sábado, 26 de junio de 2010

Danzado ha mi sombra embriagada de agridulce soledad

Días vienen y días van,
Avanza el tiempo hacia punto indefinido
No permitiendo escape a sus señalamientos;
Zigzaguar para eludirlo es imposible,
Arropa todo en el universo:
Da cuenta del pasado, oportunidad al presente,
Oculta en sus entrañas el futuro.

Hago esfuerzos en el dominio de tal parametro,
A su paso estoy expuesto pero no veo mi sombra.

Muevo reflexiones en cuatro direcciones,
Indago en ellas la posición de mi sombra y no la veo.

Se acorta mi tiempo y la busqueda no cesa,
Organizo emboscadas para encontrar mi sombra
Mas ella se difumina y no puedo definirla.
Brillan, permanentemente, algunas en esa dimensión.
Remuevo escombros del pasado,
Abro veredas hacia el futuro pero mi sombra no está.

El espíritu de las ideas me embriaga
Mejor de lo que puede el vino de la mejor cosecha.
Busco y rebusco aquí, allá y acullá,
Retrocedo y vuelvo a avanzar,
Inquieto y tranquilo pretendo descansar
Aunque el plomizo rincón
Grita desesperado ¡ me quiero relajar !.
Al ritmo de la frecuencia que pertenezco
Deseo poderme apegar
Así a aquél no volveré a forzar.

De paisajes agua y viento
En esta tombola me acompaño.

Aunque al abrir senderos mi calzado lleva miel
Gano desprecio de árboles encontrados en el trayecto.
Rodean a Jupiter dos docenas de cuerpos sin conciencia,
Indudablemente le acompañan en su recorrido.
Dice el subconciente al que lo posee:
Unete y rodeate de manos fuertes,
La compañía es buena y necesaria para avanzar;
Conozco, sin embargo, que ello no garantiza
Eliminación de la soledad.

Sobrevivido he y lo volveré a lograr,
Organizaré y ensayaré un nuevo paso,
La energía del ritmo internalizaré;
Espero ver proyectarse mi sombra
Debidamente definida en el camino del tiempo.
Abro mis brazos para acoger el presente,
Digo al futuro: a ti voy de frente.

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