martes, 3 de marzo de 2009

Simón Rodríguez

Si los que pretenden ser maestros siguieran tus pasos
Indudablemente se obtendrían grandes y buenos resultados.
Metodología muy propia y apropiada fue la tuya para enseñar.
Odiabas las “medias tintas”;
Nunca te diste u ofreciste al plagio.

Razonabas con profundidad en cada tema;
Omitías lo obvio e innecesario en una investigación;
Dedicabas tiempo y esfuerzo en la extracción de buena información.
Recia disciplina sembraste en tus discípulos;
Inmejorable fue tu trabajo en cada individuo;
Ganaste con justicia el apelativo de Maestro de maestros.
Una centena de hombres como tú
En este tiempo harían que los venezolanos
Zarandeáramos violentamente los cimientos de todo método de enseñanza.

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